domingo, 12 de junio de 2016

La toma de conciencia


LA TOMA DE CONCIENCIA

La conciencia se integra en el cuerpo como el agua que bebemos. Es un gran poder pues es la conexión sagrada con el cosmos y ello implica, como siempre se suele decir, una gran responsabilidad.

La vida en si misma nos exige determinadas tomas de conciencia. Hacer crecer nuestro corazón y nuestra alma está fuertemente ligado a la toma de conciencia. La conciencia es como un brebaje mágico abridor de puertas, levantador de obstáculos, liberador de cadenas... que enraíza el cuerpo material al corazón de La Tierra y la mente mística a la luz del celeste cielo que nos corona. 

El camino del crecimiento personal y la autoiluminación viene de la mano de la toma de conciencia desde la responsabilidad y la humildad. Mas allá de las preguntas de ¿quiénes somos? o de ¿a dónde vamos? existe una conciencia individual sagrada y sabia, que nos hace emerger de las profundidades cuando experimentamos entre nuestras sombras, que nos hace abrazar corazones de nuestro alrededor y que nos hace vencer en nuestra propia guerra interna. La conciencia de verdad, no la falsa conciencia, nos integra el conocimiento del mundo y el verdadero significado del respeto, nos da margenes para dejar sorprendernos por el caminar de la vida, nos ofrece frutos maduros que serán las semillas para ayudar a los demás en sus propias pérdidas y nos fortalece para entender que el ego es un compañero del qu no nos podemos separar, pero que sí podemos domar según nuestra experiencia. 

La conciencia es la liberación de costras, muros, cuerdas, pesadas cargas y falsas creencias, es vivir con una observación al margen de los dogmas y las cicatrices de un sistema que no nace de la sabiduría si no de en muchas ocasiones un autoengaño. Es esta toma la que nos hace vernos como iguales hacia lo más grande y hacia lo más pequeño, también nos hace vivir al margen de la competencia, al margen del juzgar y en la medida de lo posible desde una comprensión incluso hacia nuestros propios errores y faltas. Es entonces cuando tenemos la responsabilidad de nosotros mismos cuando somos verdaderamente conscientes del mundo. 

La conciencia nos ayuda a observar nuestras heridas sangrantes con la curiosidad de dónde nacieron para aprender de esos golpes, nos hace tomarnos cada situación de la vida como lo mejor para poder seguir creciendo aunque vaya en contra de todo lo que pensábamos o de lo que creíamos, porque la conciencia nos hace conectar con aquello que nos merecemos y aunque algunos aprendizajes sean duros de entender, desde ese punto de conexión entenderemos que esa enseñanza es lo mejor que podía pasarnos porque nos aportará unas herramientas que de otra manera no conseguiríamos para construir un mundo mejor. 

La conciencia se encuentra con la experiencia diaria, con la aceptación de nuestra parte más densa, con la prioridad hacia una actitud más humilde y también con la prioridad hacia el amor propio, porque la conciencia es también tener discernimiento a la hora de saber qué es lo que realmente va con nosotros y que no. Muchos juzgaran y tratarán de etiquetarnos sobre quienes somos y dónde nos encontramos, solamente si usamos la conciencia como guía entenderemos cuales de esas palabras son realmente para nosotros y cuales son un reflejo de sus propias carencias, porque la verdadera conciencia nace de desnudarnos y no temer que alguien nos diga lo que ya sabemos, bueno y malo, de nosotros mismos.

Las cartas y los mensajes de los guías están fuertemente conectados con el despertar de la conciencia y el resurgir de los tesoros del subconsciente al consciente diario, porque tenemos mucho que ganar si andamos desde ahí y vivimos desde ahí, ya que es la manera en la que tenemos de iluminar el camino y comprender, de conectar con el amor y entender los significados que sin consciencia parecen ocultos pero que de otra manera se ve que están al alcance de todos aquellos que quieran crecer con ellos. 

En muchas tiradas nacen aprendizajes para quien consulta (el paciente o cliente) y para quien hace de canal (el tarotista) y la mayoría de esos aprendizajes son una toma de conciencia, algo bellísimo y lleno de sentimiento, los guías suelen aconsejar otro modo a la hora de relacionarse con el entorno y cuando esto nos ocurre si somos lo suficientemente valientes nos lo tomamos con la humildad que merece, pues desde esa misericordia que demuestran nos enseñan a mejorar como seres de La Tierra, un pequeño gesto que hace nacer flores en la otra parte del mundo y estrellas en el cielo. 

La toma de conciencia es un trabajo arduo de no dejarse dominar por las disputas internas, de controlar en la medida de lo posible el victimismo, de experimentar cada emoción sin volverse adictos a ninguna, de entender que dicha está por encima de la felicidad y de la tristeza, de comprender que el fin de la vida no es ser feliz ni estar siempre positivo, es vivir y es experimentar sintiéndonos privilegiados por ello. 


Amalia B.

WEB: www.tarotsanador.com
FACEBOOK: https://www.facebook.com/Tarot-Sanador-571801299544613/

Si quieres recibir una interpretación, pedir cita para una consulta (presencial o a distancia) o tienes cualquier pregunta, no dudes en escribirme a info@tarotsanador.com o contacta al teléfono 669636957 para más información acerca de mi trabajo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario