martes, 26 de abril de 2016

26 de abril del 2016: FLUIR




- F L U I R -
"La vida misma, es un fluir incesante de sucesos, experiencias y aprendizajes"

A veces tenemos a nuestro alcance todo aquello que desearíamos crear, coger o hacer realidad: cumplir un sueño o temas más rutinarios como cambiar de trabajo, terminar una situación dolorosa o proponernos nuevas metas... Para ello la vida nos exige que fluyamos con ella. 

La acción, el acto de fluir, está profundamente conectado con la sabiduría ancestral pues solo aquel capaz de liberarse de la mente y de las preocupaciones que ésta genera en el juego, consigue realmente fluir con la vida y ello nos lleva a una abundancia y un bienestar absoluto. 

Si estamos pasando por una situación donde ocurren acontecimientos que no entendemos bien y que a su vez no podemos aceptar, es un buen momento para reconocerlo desde dentro y de esa manera integrarla, pues será la única manera de no generar frustración o la sensación de que algo que queremos no es como esperábamos. Entender que incluso aquellos sucesos dolorosos que escapan a nuestro alcance son indispensables para el crecimiento del alma y la conexión con el camino, es rozar con el corazón la confianza plena y el cielo, lo divino. Incluso si sentimos que estamos atados de pies a cabeza, de lo único que disponemos es de saber sacarle el mejor sabor a una situación que nos parece tormentosa, pues esos tormentos y desconsuelos nacen inconscientemente de la queja continuada de: no me lo merezco. No se trata de merecer, se trata de aprender y de ser en la medida de lo posible todo lo agradecido que podamos con la situación, por difícil que nos parezca, pues la dificultad nace de la resistencia al dejarse llevar y sorprender, de manera grata, por el fluir de la vida.

Lo más humilde y sincero que podemos hacer en esta situación, lo que más está de nuestra mano, es olvidarnos de la disputa continuada y de la guerra, alejarnos en la medida posible de las competiciones, de las quejas, de los regañadientes destructivos, de los celos, de las comparaciones y de las envidias... Es un buen momento, de hecho es el mejor momento, para ser agradecidos con lo que tenemos ahora. Si logramos hacerlo así, esa riqueza que sentimos que está a nuestro alcance se materializará y podremos, de una vez por todas, abrazarla tal y como se merece... Pero en la vida, nada es cambio de nada y este es el bello trabajo que se nos dispone para tal recompensa.

El castigo, autoimpuesto, de resistencia ante las situaciones que vivimos y el victimismo que en algunas ocasiones lo acompaña, es más condena que la situación en si. Dar las gracias nos libera de esas cadenas y nos hace enraizarnos con la fuerza de espíritu que tenemos y que nos corresponde. 
Las situaciones son metamórficas según nosotros aceptemos y nos adaptemos a ellas, ante nuestra actitud está el cambio que deseamos, por eso para que las cosas no nos sepan a tenerlas en la punta de la lengua, a rozarlos con las yemas de los dedos sin poder cogerlas, debemos ser pacientes y no cerrar tanto la mente porque si lo hacemos provocamos bloqueos y colapsos emocionales y energéticos. Ahora es el momento de convertir las aspiraciones en logros, pero solo lo conseguiremos con fuerza de voluntad.

Es momento de observar más y celebrar y agradecer lo que somos capaces de ver, esas pequeñas estrellas son las que mantienen el camino iluminado cuando las nubes más oscuras parecen abalanzarse sobre él.

Amalia B.

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